O eso dice mi abuela nonagenaria que lleva años rezando para que la llamen del cielo (o de donde sea) pero nada, aquí sigue, aburrida y de mal humor porque no se va.
En el museo de las artes y las ciencias fuimos a ver una exposición de los superhéroes Marvel y hete aquí mi sorpresa cuando encontré una foto mía (o casi) en la sección de Lobezno, que tiene un esqueleto de adamantium.
Aquí pongo la evidencia. Ahora resulta que en mipatachuli, después de tanta broma y todo, parece ser que al final no andaba yo muy desencaminada :)
Este año sigo descubriendo familia de las begobolas en mis pequeños viajes. Esta vez ha sido en Valencia, en una puerta oxidada y llena de pintadas, donde encontramos esta prima japonesa. ¡Qué casualidad!
Se ve que el médico de la piscina está aburrido pero el hombre ya ha encontrado la solución :) Por cierto, ¿alguien sabe jugar al chinchorro famoso ése?