lunes, 11 de abril de 2011

Cuando quiero ayudar...

... y lo que hago es empeorarlo mucho más. Y es que no aprendo porque ya he tenido algún episodio memorable.
Una de mis mejores alumnas este año (y no es broma) tiene una parálisis cerebral que no le afecta al lenguaje pero que la hace políticamente incorrectísima porque SIEMPRE dice lo que piensa, para bien o para mal, en el momento que sea.
Hace unos días estábamos haciendo un ejercicio para practicar el futuro donde todos tenían que hablar con todos y yo estaba ayudándola con Daniel (otro de mis alumnos) cuando de pronto se acercó Samuel, el alumno más tímido que he tenido nunca. Entonces pasó esto:


Y para mi horror (y el de él), contestó con vehemencia:


Rojo como un tomate es poco para decir cómo se puso el pobre Samuel...
Encima ahora a ella le ha hecho gracia y le saluda al grito de "Hey, good-looking guy!", pero yo ya hago como que no me entero... Visto lo visto, mejor así.

5 comentarios:

  1. ay ay Bego, erva evidente el piropo con la excusa del inglés... Ja ja el Samu, pobrecito

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  2. pobrecito, sí, ahora se pone rojo cada dos por tres. ya le he dicho que va a tener que ir asumiendo que tiene una fan en clase...

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  3. Deberíamos ser más como tu alumna, decir lo que pensamos sin filtro diplomático... a ver qué pasaba.
    Eso sí, entiendo el pobre Samuel, me solidarizo.

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  4. ja ja, que bueno...
    como te lo pasas en clase.

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  5. Ja, ja, ja, Que excusa lo del ingles, cuanto mas vocabulario tenga esta chica mas peligro para el pobre Samuel, tututúúú

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