Para ser sincera y como
ya dije una vez, yo de madre nunca me vi entre otras cosas porque no sé bien cómo tratar a los niños. Me parecen pequeños seres escrutadores de karmas ajenos que te calan enseguida y, a mí, estar con alguien tan pequeño y a la vez tan listo se me hace raro.
Una vez estando embarazada me dijeron que "la maternidad es una de las pocas cosas de la vida que merece la pena vivir". "Pues como sea igual de fabulosa que el embarazo, voy fresca", pensé yo para mí (que estas cosas una aprende pronto que no se pueden decir en alto, por mucho que no hayas tenido un embarazo precisamente "rosa"). El tiempo pasó, llegó Víctor, nos caímos bien y sí, ahora suscribo la frase de arriba, merece la pena.
Ahora bien, en esto de la maternidad cada una hace lo que puede. Por un lado está la vida que ya bastante complicada es y por otro está el mundo en general. Y es que la gente juzga enseguida, todo el mundo cree estar en posesión de la verdad y siempre la que no tienes ni idea eres tú, aunque seas la persona que más tiempo pasa con el niño. Cuando no consigues que tu hijo coma verduras ni pescado, cuando al
inicio de la lactancia, agotada, pides que te expliquen cómo es eso de
sacarse la leche para que se la dé su padre y poder dormir alguna vez 3 o
4 horas del tirón, y cuando tantas otras cosas, la respuesta usual suelen ser cejas que se alzan y arquean y miradas de "¡Menuda madre! Pffff...". Y al final consiguen que aparezca la maldita culpa ¡argh!
Por eso leer a las
#malasmadres que se ríen de sus supuestos "fallos" es liberador. Por fin un sitio donde poder decir en voz alta y sin que te miren mal cosas como:
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Gracias, Montepinos, por tener tienda en mi barrio. |
O donde poder contar tus fracasos en tu afán de buscar nuevos recursos para que tu hijo coma verduras (sabes que a tu madre o a tu suegra esto no les habría pasado).
Y mientras yo espero a que mi amado Montepinos traiga un día coliflor frita rebozada ya hecha que yo pueda comprar para ver si así Víctor come algo de verdura, os animo a que os echéis unas risas con las
#malasmadres, con sus
tips (mi favorito es
éste, cómo no podía ser de otra manera), y con
el diario de mala madre de Laura que está en los orígenes de todo esto.
Gracias a ella y a
Vero por su trabajo y por traernos vientos de cambio. El día 24 por la noche, mientras Víctor duerme y el papabolas ve el fútbol en la tele, estaré con ellas y con otras muchas en
La Party. Y no sé si acabaré en Cibeles, en Neptuno o en la cama a las doce como Cenicienta, que ya tengo visto que una no está para trotes, pero malamadrearé seguro.
¡Feliz día a todas las madres! :)
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I never thought I would be a mom. Then Victor arrived and obviously the picture changed. But motherhood has proved to be a difficult road because life itself is complicated and because people don't make it any easier with their constant judging. That's why reading about the malasmadres (bad mothers) and their "faults" is so liberating. Finally we, normal people, normal moms, have a place where we can talk and laugh about the diffilculties of motherhood.