Hoy me fui a mi pilates mañanero y dejé ventilando la casa sin pensar en el frío polar que hacía a esas horas (a mi favor diré que era muy pronto y las neuronas aún tenían demasiadas legañas para pensar). Una hora después tenía la casa como un iglú, brrrrrr.
Begobola deberia incluir en sus planes una alfombra voladora que pudiera acercarla a la India. Seguro que le encantaria, mas que un pais es un desafío a la logica, un hormiguero de todo: rickshaws (motos o bicis), bicicletas, personas a pie, perros, vacas, todo invadido con mil ruidos y olores a cientos.
ResponderEliminarY sobre todo Benares: las calles del bazar son una pasada, el Ganges, las ceremonias, las incineraciones ... nos ha molado la India.
qué guay, me alegro mucho de que os haya gustado. pues lo incluyo en mi lista entonces. ya tengo ganas de ver fotos (¿en navidades quizá?).
ResponderEliminartotalmente a favor de lo de la alfombra voladora ¿cómo no me habéis traído una de la india? ;)
pero vamos a ver, ¿no has oido las teorías sobre la ventilación que dicen que hay que abrir pocos minutos pero de manera que haya una corriente de aire y así puedes cerrar las ventanas rápidamente?
ResponderEliminares que la begobola tiene ya demasiadas cosas en la cabeza, a parte del gorro.
ResponderEliminarsí, sí, si la teoría me la sé pero luego en la práctica, ya se sabe... lo último en lo que piensa uno al salir de casa a las ocho y media de la mañana es en qué decían las teorías "ventilatorias". de todos modos, estoy tranquila, seguro que hasta el invierno que viene esto no me vuelve a pasar :)
ResponderEliminarA mí también me ha pasado eso alguna vez... claro, me levanto pensando en películas de los 30 o series de los 60, ¿cómo me voy a acordar de la estación en la que estoy?
ResponderEliminarqué tontooooooo :))))))
ResponderEliminarquería decir que me pongo en automático, hombre :)))))))
Yo estuve en un piso en Salamanca que se tenía que dormir con la ventana abierta en invierno por culpa de la calefacción!!!
ResponderEliminarVaya begobola, donde quedo la sangre berciana!